Las formas no personales son verbos que expresan acciones, eventos o estados, pero no tienen el valor temporal propio del indefinido – que es el momento presente de la narración- o del imperfecto que le acompaña y que puede articular el segundo plano por ser una forma personal independiente.
El infinitivo, gerundio y participio quedan dentro de la sintaxis oracional. Pero pueden señalar algunos aspectos o momentos temporales y esto es lo que importa desde el punto de vista del texto de la narración, que supone la articulación temporal de un suceso.
En el número 31 indico que estas formas no suponen problema para el desarrollo de la estructura narrativa, pero es necesario estudiar sus apariciones en este contexto, es decir, en las oraciones apofánticas. Hay problemas propios de la sintaxis oracional que carecen de relevancia en la gramática de la narración.
Llamó para saber la llegada de tu vuelo. No tiene valor narrador este uso del infinitivo.
Acomodados dio comienzo el acto. Sí lo tiene.
Se podría conmutar por *Se acomodaron , dio comienzo el acto. Y entonces se ve que la acción de acomodarse forma parte de la articulación temporal del primer plano.
Y este otro ejemplo del capítulo XVII:
Limpiose don Quijote y quitose la celada por ver qué cosa era la que, a su parecer, le enfriaba la cabeza, y, viendo aquellas gachas blancas dentro de la celada, las llegó a las narices, y en oliéndolas dijo:
Se pueden conmutar los gerundios:
*“Limpiose don Quijote y quitose la celada por ver qué cosa era la que, a su parecer, le enfriaba la cabeza, y, vio aquellas gachas blancas dentro de la celada, las llegó a las narices, y las olió y dijo:”
En el capítulo XVII del Quijote aparecen unos quince o veinte gerundios, algunos en perífrasis. A ellos dedicaré una entrada nueva por su extensión no cabe en esta.