La mujer sirofenicia

(Mc 7, 24-31)

24Se fue de allí y se marchó hacia la región de Tiro y de Sidón. Entró en una casa y deseaba que nadie lo supiera, pero no pudo permanecer inadvertido. 25Es más, en cuanto oyó hablar de él una mujer cuya hija tenía un espíritu impuro, entró y se postró a sus pies.

26La mujer era griega, sirofenicia de origen.

Y le rogaba que expulsara de su hija al demonio. 27Y le dijo: —Deja que primero se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perrillos. 28Ella respondió diciendo: —Sí, Señor, pero también los perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos. —Por esto que has dicho, vete, el demonio ha salido de tu hija.

30Y al regresar a su casa encontró a la niña echada en la cama y que el demonio había salido.

 31De nuevo, salió de la región de Tiro y vino a través de Sidón hacia el mar de Galilea,

Universidad de Navarra. Santos Evangelios  EUNSA. Edición de Kindle.

Comentario general

Empieza “salió de allí”.  ¿De dónde? De Genesaret. Y “marchó” a la región de Tiro. Y el episodio siguiente empieza diciendo que por Sidón “volvió  al mar de Galilea”. El episodio se sitúa entre la ida y la vuelta. Y lo único que ocurre en la región fenicia es la expulsión del demonio de la niña,  los discípulos no son mencionados, ¿Fue Jesús solo? La lectura literal provoca algunos interrogantes como este de los que el texto mismo no da clave de contestación.

Como parece evidente, lo refleja la misma composición del texto, el relato estaba ya configurado por la tradición oral. Por esto las palabras marcharon de allí y el comienzo del episodio siguiente, de nuevo vino hacia el mar de Galilea, pertenecen al empalme entre estas unidades narrativas, que es lo que propiamente hace Marcos empalmar relatos conocidos por la tradición. Lo contenido entre esas dos frases es el suceso, que está ahí sin que nadie lo cuente, Marcos tampoco, pero se le puede atribuir la aclaración intermedia  la mujer era griega, sirofenicia de origen que pertenece a un hablante.

El suceso se distribuye en dos partes: primero, las acciones de Jesús y las de la madre y, segundo, el diálogo entre ellos.

Los verbos de acciones iniciales son:

De Jesús:

se fuse fue de
se marchó hacia
entró en una casa
deseaba que nadie lo supiera
no pudo permanecer inadvertido

De la mujer:

oyó hablar de él
(su) hija tenía un espíritu impuro
entró
se postró a los pies

La aclaración intermedia:

La mujer era griega, sirofenicia de origen.

El diálogo entre ellos

Le rogaba que expulsara al demonio
—deja primero

—Sí, Señor, pero
—Por esto que has dicho, vete, el demonio ha salido de tu hija

Acciones finales de la mujer que logró su deseo

Y al regresar a su casa
encontró a la niña echada en la cama
el demonio había salido

Observaciones

1 Las primeras acciones son tres perfectos simples. El verbo principal de toda narración. Así es la versión en español, no el griego. Una traducción literal se haría en gerundios (levantándose partió y entrando) y es preferible el perfecto simple del español.

2 Sigue deseaba que nadie lo supiera. El deseo de Jesús no es acción externa y visible, pero lo interior de la conciencia se representa de la misma manera que los actos los visibles, porque la representación se hace con palabras y los estados interiores pueden expresarse con ellas. No es una acción, sino un estado duradero, no un acto puntual y aislado de un deseo, por ello se emplea el imperfecto, deseaba.

3   no pudo permanecer inadvertido, no es acción de Jesús sino evento que afecta contrariamente a su deseo. ¿Por qué quería pasar inadvertido? Es otro interrogante.

4 La acción de la mujer, oyó hablar de él,  se expresa como en el caso anterior con perfectos simples. Lo que hace más clara la narración de los hechos.

5 La aclaración intermedia corta los hechos y parece un inciso explicativo del narrador, para entender mejor el diálogo entre Jesús y una madre pagana,  que se inicia con los ruegos reiterados (imperfecto, la misma acción repetida) de la madre.

6 El diálogo tiene cuatro intercambios. Petición reiterada del inicio, reparo de Jesús, replica de la madre, declaración de Jesús: con un exorcismo que se realiza sin que la niña poseída este presente. No se menciona la fe, esto que has dicho es la causa.

7  en el relato se vencen dos obstáculos que lo entorpecen-:
primero, el deseo de pasar inadvertido, que no se logra
segundo, la dificultad que pone el mismo Jesús por la condición pagana de la mujer que, con su argumento, la vence.
¿Qué sentido tiene la intervención de Jesús en tierra de paganos, por segunda vez’ ¿Cómo son en ese momento las relaciones entre el pueblo elegido y los otros pueblos?,

8 Obsérvese que son acciones las que abren y cierran el episodio.

9 El episodio suscita preguntas que no explica el relato.  ¿Por qué quiere Jesús pasar inadvertido? ¿Cómo es el distanciamiento entre Israel y los pueblos vecinos? ¿Qué significado tiene que Jesús atienda la petición de una pagana?

10 La construcción tiene orden y simetría en sus partes. Todo en él es representación de los hechos, sin otra intervención hablada hacia el lector que el inciso aclaratorio, era griega, y la frase siguiente, le rogaba que expulsara  al demonio. En la que el narrador dice las palabras de la madre pagana, con forma de lenguaje indirecto, a partir del cual inicia Jesús el dialogo en directo. Salvo estas dos intervenciones en el episodio se representan los hechos y nadie lo cuenta al lector.

11 El episodio tiene composición,  las acciones están configuradas para preparar el diálogo, que versa sobre la demanda de una madre pagana y la acción de Jesús, este diálogo parece tan importante como el mismo exorcismo,  aunque narrativamente el término del suceso es la curación lograda por la mujer de habla griega.

12 Los interrogantes que suscita la lectura literal se contestan con la recuperación histórica del contexto o con la interpretación de orden teológico: acción de Jesús hacia los pueblos paganos.