El mostrar y el hablar. Interpretaciones inadecuadas

Las ideas que recojo en las dos citas siguientes están espigadas de textos y son las que se encuentran de modo habitual. Un modo de hablar que revela el desconocimiento del texto. La interpretación que sostengo sobre la narración las desecha, y el comentario que hago muestra su confusión.

Primera cita

El narrador utiliza dos técnicas una mostrar y otra hablar. Mediante el mostrar, describe sin necesi­dad de decir, califica, evalúa. El mostrar es más directo, esconde al narrador, permite al lector evaluar por sí mismo, inferir, llegar a conclusiones… de forma que lo vuelve más libre y activo.

Este texto recoge la noción de representación con la palabra mostrar:  el mundo se muestra, no hay necesidad de decir, no se habla. Calificar y evaluar es, sin embargo, lo propio de una persona que estima y enjuicia, y, por lo tanto, de un hablante. El mostrar es directo, sin duda, pero el narrador no se esconde, es que no hay narrador, el lector no escucha a nadie, porque no hay nadie. Escuchar es un compomiso con un hablante. El lector de una narración no tiene ese compromiso, como no lo tiene el que contempla el monumento de la plaza, y por esto es más libre, porque no depende de quien le habla, es observador nada más.

Segunda cita

Mediante el contar, dice, evalúa, califica, clasifica, sin describir. El narrador se hace presente y explícito con su palabra, se ade­lanta al lector, le resume o le facilita los da­tos, le ofrece evaluaciones. El narrador se comunica con su lector y se deja ver. El lector se encuen­tra más pasivo. El modo de narrar es más in­directo y menos visual.  Exige la confianza en el narrador.»

Este texto recoge los rasgos del hablar o contar, que es lo que hace una persona, evaluar, clasificar. Dice que cuenta «sin describir». ¿Qué quiere decir con esto? Según interpreto, que no hace representación, porque la representación, sean descripciones o el mismo argumento, ocultan al hablante. Según su idea el narrador dice la representación entera, pero no se hace presente, comunicativo o explicito, no se deja ver.

Pero la realidad es que la representación esta ahí presente y sin hablante.

Si aparece el narrador y habla hay comunicación, con la salvedad de que la comunicación del narrador en el texto narrativo es falsa. No hay comunicación real. Cuando dice que el lector se encuen­tra más pasivo. El modo de narrar es más in­directo y menos visual. Hay que matizar esto: el lector se encuentra mas activo ante la comunicación, es parte de ella, y mas pasivo ante la contemplación.

El hablar del narrador es un narrar más directo. Si la representación es contada y dicha, cuanto más se note que alguien habla, es más directo y visual. La noción de representación sin habla este autor no la tiene. El narrador cuando aparece es un intermediario visible. Narrar es siempre hablar. No distingue la parte hablada y la parte representada. En lo hablado se requiere la confianza en el sujeto, en lo representado no. Lo representado es lo fundante, no se admite la duda ni la desconfianza, no ha lugar. Ante la presencia del árbol, del río o del leñador que corta leña no se duda.
Lo representado no se puede atribuir a un narrador.

Noviembre, 2020

José Antonio Valenzuela