Tomo del libro de Mercedes Navarro Puerto , Marcos (2006), algunos puntos para mostrar (esta autora sigue fielmente las nociones de la narratología), como se interpreta el texto con este enfoque. Explica la narración de Marcos de modo que todo lo dispone y lo cuenta un hablante, que es el narrador.
El enfoque de la narratología no un enfoque que tome por raíz el texto. La narratología considera que la narración es un ente o estructura de acciones, tomado abstractamente y que se presenta en diversos soportes y se percibe y descubre a través de ellos.
En la teoría del texto narrativo que sostengo, en la representación nadie habla y contiene un suceso, con encadenamiento de acciones; que contenga una historia es algo necesario. Además, puede incluir circunstancias y escenarios. Es lo corriente, pero no es obligado. Ambas cosas forman la representación.
Para introducir la noción de representación, basta contemplar una escultura. En la representación del mármol, figuran los novios y alguna de sus acciones. Al menos se miran. Si se le da vida, se verían movimientos, acciones sucesivas o simultáneas. Serían como los fotogramas de un vídeo.

¿Quién habla en al escena de la boda del mármol romano? ¿Quién dice que la novia está a la derecha? Nadie, simplemente se ve. El mármol es estático y no tiene historia, pero con sucesivos relieves como este, se puede presentar una historia.
En paneles sucesivos del monumento de Pretoria se cuenta la historia completa, y así es la representación de la marcha de los voortrekkers sudafricanos. Esta es una escena del friso en la que está

representada la historia de la preregrinación de los voortrekkers hacia el interior de África.
El lenguaje en la representación narrativa es comparable con el mármol. El escritor trabaja como el escultor; con la piedra, silencioso, el escultor; con palabras, que él no dice, no es narrador con lenguaje. La diferencia está en que la escultura es un signo icónico de la realidad que representa y la lengua no.
Y resulta dificil situarse ante una representación hecha con palabras, como si fuera una escultura. Es dificil captar el lenguaje como representación, porque no es signo icónico. El escultor del friso no figura en el friso y se sostiene solo. Si la historia, la misma del friso, está en palabras, alguien las tiene que decir, son de un hablante.
Así, haciendo el comentario al pasaje de la curación un paralítico en el evangelio de Marcos, la autora habla de la representación como información aportada que da un narrador hablante. Pero la representación no es una información. Dice:
Jesús, en efecto, va a la casa de Cafarnaún, corre la noticia de su presencia y la gente se agolpa. El narrador tiene interés en dar una imagen gráfica de la casa, que evoca en cierta medida la de Simón en 1,29-34, desbordada, puesto que hasta en el espacio de delante de la puerta hay gente. Con esta visión el lector se da cuenta de que los cinco personajes que llegan lo tienen difícil.
Mercedes Navarro Puerto , Marcos (2006), pág. 93
La representación que comenta, por eso escribe en presente, porque es comentario lo que ella hace, no representación, es esta:
Se corrió la voz de que estaba en casa y se juntaron tantos, que ni siquiera cbían delante de la puerta y él le hablaba la Palabra. Y vinieron trayéndole un paralítico, que llevaban entre cuatro y no pudiendo presentárselo a causa de la muchedumbre levantaron el techo por encima de donde estaba él y abriendo un boquete descolgaron la canilla en la que estaba tendido el paralíiico.
Mercedes Navarro Puerto , Marcos (2006), pág. 93
La representación, según la autora, se cuenta; el narrador es el que quiere dar una imagen de gente agolpada en la casa, para decirle al lector la dificultad. Los ejemplos de esta interpretación se pueden multiplicar, puesto que todo su libro es así. Lo dice bien claro, todo es hablar del narrador:
Mostrar y contar
El narrador utiliza dos técnicas a la hora de ofrecer información con las que obtiene diferentes impactos en el lector.
Mercedes Navarro Puerto , Marcos (2006), pág. 187
Mediante el mostrar, describe sin necesidad de decir, calificar, evaluar. El mostrar es más directo, esconde al narrador, permite al lector evaluar por sí mismo, inferir, llegar a conclusiones.., de forma que lo vuelve más libre y activo. El efecto es más dramático y visual y suele incluir el discurso directo.
Mediante el contar, dice, evalúa, califica, clasifica, sin describir. El narrador se hace presente y explícito con su palabra, se adelanta al lector, le resume o le facilita los datos, le ofrece evaluaciones.., de forma que se comunica de modo más directo con su lector y se deja ver por motivos narrativos determinados. Ante esta técnica el lector se encuentra más pasivo. El modo de narrar es más indirecto y menos visual. Exige la confianza en el narrador.
La Biblia suele utilizar con más frecuencia la estrategia del mostrar que la del contar, pero ambas sirven a los narradores para obtener impactos conjuntos.

José Antonio Valenzuela