Comentario
Sugerencias para emplear este texto con estudiantes de Lengua Española.
Sobre el texto: PÉREZ-AVELLO, C.: El nido, en Antología de premios «Hucha de Oro» . Madrid, 1969.
En primer lugar separar el texto en las dos columnas.
(centrarse en el texto mostrativo, eliminar dialogos)
El cuento se inspira en una anécdota. Escribe su resumen mínimo con frases de la primera columna.
El núcleo está a la izquierda. Leer ambas columnas por separado.
Señala en la columna derecha los imperfectos que indican acción o evento y los que reiteran lo ya expresado en el primera.
Por ejemplo:
Por ejemplo: «salió hacia el trigal» (primer plano), «Antonio andaba su camino con paso largo…» (segundo plano);»empuñó la hoz y comenzó a segar» (primer plano) / «Antonio abarcaba grandes manojos y el golpe certero de la hoz abatía los tallos…» (segundo plano).
Señala los imperfectos que son meramente descriptivos, sin acción.
Intenta la conmutación de imperfectos por perfectos simples. Poner en la primera columna la segunda.
Señala otras reiteraciones y compara los modos diferentes de decir lo mismo.
Comenta el modo de avance del relato al dar la misma imagen del suceso del cuento dos veces.
La frase nominal la trato como si tuviera el verbo omitido.
Las expresiones nominales y verbos elididos.
El estilo nominal puede adscribirse a ambos planos.
Ejemplo: «Probó una vez más entre los dedos el filo de la hoz»; y en el segundo plano se recuerda el mismo acto: «el centelleo del sol en la hoz recién afilada».
La parte de la historia nominalmente expresada y su relación con el primero y segundo plano.
Aparte ya del problema nominal, el texto anterior representa un cierto equilibrio entre primero y segundo plano en lo que se refiere al contenido de la historia expresada a través de sus verbos. Haz el resumen de ella, la condensación de los hechos, según cada plano.
Con este análisis se comprueba que el segundo plano, aunque no sea lo habitual, puede contener la misma historia que se relata en el primero.
Aunque esta fuera de lo seleccionado, La frase «algo le golpeaba el corazón al contemplar el nido» introduce el estilo indirecto: “Pero y ¿qué? ¿Acaso tenía él la culpa del mal trance de estos pájaros? ¿No saben ellos, los padres, que en las calendas de labrador llega el tiempo de recoger la mies?”.
El narrador explica alguna vez acciones representadas en la historia.
Ejemplo: «Antonio dio un silbido largo. (primer plano) Era el saludo amistoso de otras veces, …(segundo plano);
Pasó resoplando bajo el calor el tren en media tarde (primer plano). Era una palpitación fugaz en el paisaje muerto (segundo plano)»; «quedó casi al descubierto un nido gris, apretado y perfecto (primer plano). Era como otro milagro al amparo del milagro de la mies (segundo plano).
Pregunta: ¿Qué anécdotas reales se te ocurren que puedan dar pie a escribir un relato como este?