Enseñar 2. La escritura es un invento

La escritura es un invento

Lo escrito es la lengua sin sonido y sin la situación comunicativa y coloquial que le acompaña. Sin el sonido la lengua se convierte en objeto. Deja de fluir en el aire y se fija. La voz se para y se inmoviliza.

Siempre con la nostalgia de sonido, porque nació en el aire y siempre dependerá del aire. Del aire libre y efímero. Ya escrita la guardo, la conservo, la miro convertida en sonido encadenado. Y la devuelvo a su ser con la lectura y otra vez es sonido.

Un niño pronto puede hablar sin parar y perfectamente bien sin que le pongan un profesor.

En la escuela aprende sobre lo que ya sabe: el habla. Lo que aprendió por sí mismo. Es su asignatura nativa y permanente. Aprendió a hablar sin que nadie le enseñara, así se soltó también a andar, a pensar y a sentir.

La lengua es una actividad. Pero tiene, por así decir, un esqueleto –la gramática y las reglas – ; como un pájaro que vuela lo necesita, pero para examinar su esqueleto tengo que verlo muerto y hacer la disección. La gramática examina la lengua parecidamente a como se disecciona un cadáver. Cuando estudio gramática tengo delante un objeto, lo analizo, lo clasifico, lo desmiembro en sus partes. Es gramática es así.

Hay que escoger entre estas dos cosas: ¿guiamos con enseñanza la actividad natural o enseñamos la gramática? Si elegimos lo primero el profesor de lengua es más parecido a un entrenador que a un profesor de una materia normal como la geografía.

Está claro que hablar requiere un grupo con un mínimo de personas. El idioma no se aprende ni se practica en solitario ni es propiedad personal. Para este saber se requiere actividad, intercambio, por medio de ella se gana una capacidad y se posee como parte del propio ser.

Con ese hábito personal se pertenece a una comunidad de hablantes.

La lengua es primordialmente una actividad. No tiene vida propia distinta de la vida de las personas que hablan en una comunidad lingüísca. La vida, se puede observar desde fuera y con distintos ángulos, pero la vida no es un objeto.

La escritura sí es un objeto inventado, no es natural como lo son las cerezas.

Enseñar lengua lo considero como entrenamiento y de la gramática no trato, si no me ayuda a entrenar. Pero se puede enseñar gramática si se quiere, pero no se puede decir que se enseña a hablar y a escribir la lengua que ya se habla. Se eseña un objeto, aunque sea con ejercicios activos. Ejercicios, por ejemplo, sobre la conjugacción o sistema verbal. Incluso con juegos divertidos: esa no es la actividad de la lengua.

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