Mc 2, 23-28
1De nuevo entró en la sinagoga. Había allí un hombre que tenía la mano seca.
2Le observaban de cerca por si lo curaba en sábado, para acusarle.3 Y le dice al hombre que tenía la mano seca: —Ponte de pie en medio.
4Y les dice: —¿Es lícito en sábado hacer el bien o hacer el mal, salvar la vida de un hombre o quitársela? Ellos permanecían callados.
5 Entonces, mirando con ira a los que estaban a su alrededor, entristecido por la ceguera de sus corazones, le dice al hombre: —Extiende la mano. La extendió, y su mano quedó curada.
6Nada más salir, los fariseos con los herodianos llegaron a un acuerdo contra él, para ver cómo perderle.
Universidad de Navarra. Santos Evangelios (Spanish Edition) . EUNSA. Edición de Kindle.
Comentario general
Solo al cerrar el relato se nombra a fariseos y herodianos, y eso porque al salir de la sinagoga forman un acuerdo contra Jesús para matarle o perderle. Hasta ese momento son ellos, no se dice quiénes son. Se podría pensar en los fariseos, pero de los herodianos ni se puede suponer. Jesús si se supone, pero no se le nombra. Los discípulos no son mencionados y los asistentes a la sinagoga no manifiestan asombro o admiración, como fue el caso en la curación del paralítico en la casa de Cafarnaúm o de la asamblea en la sinagoga un sábado. El enfermo es un hombre, un hombre que tenía la mano seca, sin más, y se dice dos veces.
Comienza con la acción de entrar en la sinagoga y termina con la acción de salir de ella. Fariseos y herodianos están allí, pero no hablan. Solamente Jesús habla tres veces: en dos de ellas da una orden al enfermo y en la otra hace una pregunta a ellos, a los que observan con la intención dicha. La segunda vez que se dirige al impedido, le ordena ejecutar precisamente lo que no puede hacer y al ejecutar la orden el enfermo se cura. Por lo tanto, no hay diálogo con el enfermo ni discusión con fariseos. Si hay, en cambio, una tensión extrema. La tensión de no cumplir con el sábado, asunto que viene de la unidad anterior. Tensión hacia los discípulos entonces, ahora directamente con Jesús. Jesús es el que centra el asunto en la curación y en el sábado.
Convendrá en este punto del relato de Marcos hacer recuento de los que se enfrentan con Jesús: 1, los escribas en el episodio del paralítico de la camilla; 2, los escribas de los fariseos en la comida de Mateo; 3, se les menciona, sin que intervengan, en el episodio del ayuno; 4, los fariseos en la censura sobre el comer espigas en sábado. Y este episodio que tiene forma la oposición.
Al analizar las acciones se advierte en su trama cierto descuido o ausencia de precisiones necesarias para su entendimiento. Se advierte que la iniciativa procede de Jesús, con solo conocer el propósito de los que le observan. Si el episodio no tuviera la inmediata vecindad de los anteriores no se entendería. En ellos aparecieron las curaciones, el sábado, y la incipiente incomprensión de los fariseos.
La pregunta: ¿Es lícito en sábado hacer el bien o hacer el mal, salvar la vida de un hombre o quitársela?, sorprende, porque se adelanta sobre la débil representación de la vigilancia, sin otra intervención de los fariseos. Está suscitada por la presencia del hombre de la mano seca, que está en lugar secundario, que no ha pedido la curación y parece colocado como cebo o provocación. Pero no se dice y verlo así es interpretación.
El esquema
orden de jesús
pregunta
orden de Jesús
De nuevo entró en la sinagoga.
Había allí un hombre que
tenía la mano seca.
Le observaban de cerca por si lo curaba en sábado, para acusarle.
Y le dice al hombre que tenía la mano seca:
—Ponte de pie en medio.
Y les dice:
—¿Es lícito en sábado hacer el bien o hacer el mal, salvar la vida de un hombre o quitársela?
Ellos permanecían callados.
Entonces, mirando con ira
a los que estaban a su alrededor,
entristecido por la ceguera de sus corazones,
le dice al hombre:
—Extiende la mano.
La extendió, y
su mano quedó curada.
Nada más salir, los fariseos con los herodianos llegaron a un acuerdo contra él, para ver cómo perderle.
Destaca la autoridad con que habla Jesús en la sobriedad del relato. Debido a la forma descuida de este episodio y a la extrañeza del la pregunta y de que Jesús es el que centra el núcleo conflictivo del episodio voy a contrastarlo con el relato paralelo de Mateo.
Mt 12, 9-14
Cuando salió de allí,
entró en su sinagoga
donde había un hombre que
tenía una mano seca.
Y le interrogaban
para acusarle:
—¿Es lícito curar en sábado?
Él les respondió:
—¿Quién de vosotros, si tiene una oveja, y el sábado se le cae dentro de un hoyo, no la agarra y la saca?
Pues cuánto más vale un hombre que una oveja.
Por tanto, es lícito hacer el bien en sábado.
Entonces le dijo al hombre:
—Extiende tu mano.
Y la extendió y
quedó sana como la otra.
Al salir, los fariseos se pusieron de acuerdo contra él, para ver cómo perderle.<
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Mc 3, 1-6
De nuevo entró en la sinagoga.
Había allí un hombre
que tenía la mano seca.
Le observaban de cerca
por si lo curaba en sábado,
para acusarle.
Y le dice al hombre que tenía la mano seca:
—Ponte de pie en medio.
Y les dice:
—¿Es lícito en sábado hacer el bien o hacer el mal, salvar la vida de un hombre o quitársela?
Ellos permanecían callados.
Entonces, mirando con ira a los que estaban a su alrededor, entristecido por la ceguera de sus corazones,
le dice al hombre:
—Extiende la mano.
La extendió, y
su mano quedó curada.
Nada más salir, los fariseos con los herodianos
Aclaraciones
1 El principio y el final de Marcos y Mateo son iguales, con mínimas variantes. El contraste se encuentra el centro, señalado en rojo. Y se provoca porque en Mateo preguntan los fariseos, ¿es lícito curar …, y en Marcos pregunta Jesús, ¿es lícito en sábado… y los fariseos no hablan, no contestan a Jesús.
2 En Mateo Jesús contesta a los fariseos con una pregunta, forma conocida como encontramos otras veces, y esa contestación interrogativa es, precisamente, la pregunta hace en Marcos a los fariseos. —¿Quién de vosotros, si tiene una oveja, y el sábado se le cae dentro de un hoyo, no la agarra y la saca? Jesús contesta preguntando sobre la licitud de salvar a un hombre que cae en un hoyo en sábado, Y en Marcos es lo que pregunta: —¿Es lícito en sábado hacer el bien o hacer el mal, salvar la vida de un hombre o quitársela?
3 El contenido de la pregunta a los fariseos es también la contestación que les da. Sobre ello se puede hacer la siguiente reflexión:
4 De los que estuvieron presentes en la sinagoga ese sábado salieron relatos aproximados entre sí; tantos relatos como personas, que contaron lo que vieron. Con este boca a boca se forma una tradición de contar y recontar oralmente el suceso. Los evangelios se escriben bastantes años después. Distantes de los hechos en el tiempo, los evangelistas escriben con esos relatos flotantes y más o menos dispersos y componen con ellos la trama completa. El trasfondo, por tanto, es de pura oralidad y de ahí salen; y esto se refleja y es valiosísimo desde el punto de vista narrativo
5 Con estos dos se ven y se entienden las imprecisiones. Dejo al lector, si quiere, que compare con el relato de Lucas. En el video explico esto y hago de las dos una versión. El video que inserto aquí en el blog a continuación.
José Antonio Valenzuela
