Este artículo plantea la necesidad de la noción lingüística de representación. Pone el fundamento desde una perspectiva fenomenológica, a la noción de representación como texto en el que nadie nabla.
Del concepto de representación resulta un texto, cuya materia naturalmente son palabras, pero las palabras no son emitidas con la actividad lingüística del hablar . Es hacer. La representación se hace con con palabras, con una actividad distinta del hablar. No ha sido bautizada y no tiene nombre. No es hablar es hacer, es representar.

Expone la naturaleza mostrativa de la narración, que presenta un mundo concreto de individuos singulares y sus acciones. La percepción de este mundo, el que contiene la novela, no se realiza por la comunicación lingüística de una persona, sino por la contemplación de sus imágenes, creadas con palabras, que nadie dice.
Marzo, 2020
José Antonio Valenzuela

Felix Martinez-Bonati, New Literary History Vol. 11, No. 3.
On Narrative and Narratives: II (Spring, 1980), pp. 425-43